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lunes, 25 de octubre de 2010

LOS 10 PEORES TIPOS DE EMPLEADOS

Después de apuntar como ser un empleado imprescindible, hay que decir, que como en botica que hay de todo, en la empresa te puedes encontrar con diferentes tipos de trabajadores. Hemos seleccionado una clasificación de los 10 peores tipos de empleados, correspondiente a un artículo traducido de Scott Reeves para la prestigiosa revista Forbes.

En él se hace una clasificación de los trabajadores que menos rinden o que causan problemas, tipificándolos en diez categorías según sus defectos y proponen algunas acciones para cambiar la conducta del empleado sin necesidad de prescindir de él….

El manipulador
Es el empleado que piensa que todo gira alrededor de él. Sin embargo, no mantienen un buen nivel de actividad y no termina de desarrollar relaciones de confianza con sus compañeros -mucho menos jefes y subalternos- No es aconsejable compartir información importante con este tipo de empleados.
Los manipuladores pueden ser agradables, simpáticos e incluso exitosos. Pero siempre están en alerta para tejer enredos que los favorezcan. Tenga cuidado, la vigilancia constante nunca está de más.

El perfeccionista
Nunca pierde el tiempo. Pretenden que todo funcione a su ritmo. Vigilan y chequean hasta los mínimos detalles, porque temen una pérdida de protagonismo, poder o control. Esta búsqueda de estar en “todo” hace que también se vuelvan solitarios, malos líderes de equipo y pierdan el foco de las metas centrales.

El desafiante
Este tipo de trabajador tiene un gran potencial, pero no es aconsejable para un proyecto a largo plazo. En general, este tipo de empleado se vuelve demasiado independiente. Las tareas difíciles son consideradas como un desafío pero que intentarán hacer suyo y llevar los laureles a cualquier precio. Esto puede salirle caro a su compañía. Es bueno dejarlos como líderes de equipo para que no se aparten de los objetivos.

El irresponsable
Cronológicamente, son como niños y actúan como tales. Lo ideal, para encauzarlos es averiguar qué los motiva dentro de la compañía: ¿el dinero, la atención, el poder, el crecimiento, la actividad? Una vez que encontró el incentivo, lo ideal es usar el potencial de estos empleados con esa motivación para evitar que se desbanden.

El psicoanalizado
Es una reencarnación de un paciente de Freud. Se estresa ante cualquier eventualidad y se aterra ante los cambios. Lo ideal es no darle tareas críticas y asignarles actividades rutinarias y tranquilas.

Lolita
Se visten con ropa sexy solo para atraer atención. Su manera de lograr puestos y ascensos es, en principio, su sex appeal o su manera seductora de pedir favores. Lo mejor -para evitar distracciones propias y ajenas- es explicarle a Lolita cómo debe vestirse y tratar a pares y jefes.

El pragmático
Son los empleados con mucho empuje que no se dan cuenta que algunas de sus acciones son dolorosas para otros. Ya sea por la manera ruda de comunicarse como por actividades que pueden ser vistas como arrasadoras por otros compañeros.

El tardío crónico
Este empleado no entiende que la puntualidad es una regla y debe ser parte del cumplimiento del trato. Inventará las mil y una excusas, cada vez más fascinantes y que servirían como guión de una película. Adviértales sobre la importancia, documente, como en el colegio, las llegadas tarde. Por último, descuente haberes si lo justifica la cantidad de llegadas tarde. Comenzará a llegar a tiempo.

El agresivo
El problema de este hombre probablemente provenga de alguna manía crónica como una adicción. Vigile si esta persona no abusa del alcohol, drogas o estimulantes. No alimente historias que suenan a excusa, pero tampoco lo amenace. Trate de encontrar un subalterno al que este empleado agresivo le tenga confianza y pídale que se comunique con familiares y lo empuje a buscar ayuda profesional.

El ladrón
Algunos sienten que llevarse un bolígrafo o acarrear un rollo de papel higiénico del baño de la oficina es parte “de su salario”. Si lo hace por disconformidad con el salario, siéntese a negociar. Si continúa con la ratería, despídalo. Algunas personas no entienden que están cometiendo un delito.”

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